Te deseo cuando saltes al vacío que tu ardiente compañero en el viaje sea un azor prisionero de tus frases y sus garras sin presión como un mordisco apasionado para siempre te mantengan suspendida de tus sueños y si no te sientes libre te permita volar suelta, aunque desciendas más deprisa, es difícil que al final de tu descenso te hagas daño
También sé que te persiguen los mosquitos, es normal igual que yo siguen aromas en el aire, tienes las frases muy dulces
Yo salté y no hay manera de pararme, por desgracia llevo demasiado lastre, el final de mi descenso tampoco será tan grabe, hay un colchón de recuerdos y caricias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario