Algún día será agua, agua que anegue tristezas,
agua que sacie al sediento, que diluya las miserias,
agua que aclare el destino de los hombres de otras tierras,
hambrientos y
perseguidos que mueren en las fronteras
buscando nuevos caminos,
agua que riegue las almas de tantas personas buenas
que no miran por sus ojos la corrupción y las guerras que provocan los de siempre, los que no valen
la pena,
agua que cambie los cursos
y que aclare las
ideas
y que nos limpie los
ojos porque ver vale la pena.
Quiero empezar este año a ser agua limpia y fresca