"¡Mártires de la lealtad,
que del honor al arrullo
fuisteis de la patria orgullo
y honra de la humanidad"
ya no podréis descansar;
los hijos de la codicia
dejan pisar vuestras tumbas
a las hordas de la Troika
por unas monedas sucias
ensangrentadas inmundas
y el Bravo León Ibero
valeroso y altanero
se haya ahora prisionero
por naciones extranjeras
arrastrando sus cadenas
sin salir de sus fronteras
humillado y lastimero
Después de leer el Dos de Mayo no se puede entender la humillación de este País glorioso en otros tiempos, ya no es opción de colores, de banderas, de sermones, es el jugo pestilente que brota de la codicia, de los grandes carroñeros señores de la inmundicia, de los viles y traidores que han desangrado la Patria para implantar la rapiña,
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