Ahí están asidos al despacho,
lastrados
por el peso de sueldos triplicados,
luciendo
sus ropajes de marca distinguida,
transitando
en sus coches de alta gama,
tirando
de tarjeta de platino.
Ahí
están, sonríen y saludan
desde
su pedestal ganado a dedo
en
listas bloqueadas
por
los que ahora cosechan sus favores.
Saludan
y sonríen,
no
importa que les llamen "indecentes"
las
gentes a su paso;
los
que han sido robados por banqueros,
los
de las preferentes,
los
que perdieron todos sus derechos,
los
que han sido arrojados del trabajo
y
fueron expulsados por la fuerza
de
sus propias viviendas
manteniendo
la deuda triplicada,
por
unos intereses de demora
y
una letra pequeña indescifrable
que
justificará tanta carroña;
juzgados
y culpados
en
base de una ley injusta, antigua,
como
el hambre sin fin de nuestra tierra.
Ahí
están, con su gestión nefasta,
que
dispara la deuda
y
arruina nuestra patria,
privatizando
gestiones
de
nuestros hospitales,
que
se quedan sin camas, sin urgencias
y
cambian el menú para el enfermo
en
base de un engrudo para cerdos.
Ahí
están, despiden profesores,
eliminan
las becas,
reducen
las ayudas a enfermos dependientes.
Ahí
están reflotando el sistema financiero
de
la fosa abisal que lo han inmerso
con
esos consejeros sin una pobre idea de finanzas
y
claros objetivos de llenar las alforjas
y
reventar el asno con el peso
del
robo, del saqueo
que
hundió las entidades;
nuestras
cajas de ahorros
con
esos directivos colocados a dedo,
que
cobraron enormes finiquitos
por
financiar ruinosos mausoleos;
palacios
de cultura,
autopistas
desiertas,
aeropuertos
ruinosos,
institutos
del hurto y el saqueo
del
timo y el blanqueo,
fundaciones
del arte del robo y la rapiña,
estaciones
del Ave sin destino.
Ahí
están con todas sus miserias,
con
el yugo que asfixia a nuestras gentes
como
único remedio ante la crisis
herencia
del desmadre y trapicheo
de
los que gobernaron y gobiernan
Ahí
están degustando menús de cinco platos
por
solo cuatro euros,
por
lo que cuesta calentar el caldo
al
niño en el colegio
Ahí
están cobrándose unas dietas vergonzosas
por
el desplazamiento
teniendo
tres viviendas
algunas
en el centro.
Ahí
están siguiendo a pié de letra sus mentiras,
gobierno
en diferido simulado
que
pone el corazón en pie de guerra.
Sonríen
y saludan
se
pasan por el forro
la
indignación creciente,
los
millones de firmas
que
piden que se ampare al desahuciado
incendiando
a su paso las iras contenida
poniendo
en pie de guerra corazones
que
muestran sus heridas
con
lagrimas que exigen dimisiones.
Ahí
están tapando el pestilente
hedor
que se desprende
de
tantas corruptelas
y mientras
se derrumba el suelo a nuestros pies
y
se descubre el fruto del saqueo
en
cuentas en suiza
y
dejan sus poltronas
para
ocupar el puesto merecido
en
las empresas que han privatizado,
pagamos
caro el precio
del
voto conseguido con mentiras.
Saluden
y sonríen sin importarles nada
la
gente que ahora encuentra como única salida
para
apagar su angustia,
su
desesperación
su
pena y su abandono
y
el robo del presente y del futuro
de
sus seres queridos
quitándose
la vida,
firmando
con su sangre la última denuncia
que
acusa a los culpables el resto de sus días por bandidos,
corruptos,
miserables.
Ahí
están y espero que algún día
se
hiele su sonrisa metidos entre rejas
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